Azami Hoshino es una figura enigmática que parece haber emergido de las páginas de un antiguo libro de cuentos japoneses. Con una belleza etérea que recuerda a la suavidad de la luna en una noche estrellada, su piel porcelana parece reflejar la luz de la luna. Sus cabellos, tan oscuros como la noche sin luna, caen en cascada sobre sus hombros en ondas perfectas.